Nota de lectura: "Réplica en escala" de Paula Tomassoni
El cuento escrito por Paula Tomassoni se estructura a partir de una serie de tres relatos que se preceden periódicamente durante la época de la última dictadura militar argentina. Al leerlos, interpreto que son presentados por personajes diferentes.
El primer relato, fechado en 1982, es narrado por una nena que representa, naturalmente, una perspectiva infantil del escenario social de ese momento. Sus preocupaciones centrales rondan alrededor del desfile del centenario de la ciudad de La Plata, en donde va a participar junto a su club de patín. La situación es comentada a partir de una superficialidad y una incredulidad correspondiente a su rango etario. De hecho, habla brevemente sobre la presencia del presidente de facto Reynaldo Bignone, a quien sus maestras pretenden aludir en un fragmento de su caminata por la plaza.
En los dos relatos restantes, ubicados en 1979 y 1976 respectivamente, se expresan una serie de diversas situaciones desde el punto de vista de quien yo comprendo como Eugenia; una de las nenas introducida por la primera narradora como su compañera de patín, con carácter introvertido y un trasfondo desconocido. Ahora, ella cuenta sobre cómo el miedo se hace partícipe en la rutina de su núcleo familiar durante los años de la dictadura. El estado constante de alerta de sus padre y su percepción inocente pero atravesada por esa realidad.
Al final del cuento, a raíz de una reflexión de la protagonista, se deja inferir que la familia de Eugenia fue víctima del genocidio planificado por las Fuerzas Armadas Argentinas. Incluso con el afán constante que sus padres siempre demostraron por protegerse y alejarse del peligro, terminaron formando parte de la larga lista de desaparecidos. Y esto es lo que me resulta más interesante: el desenlace particular que la autora le da a la historia. Esta réplica en escala que esclarece, tanto la personalidad distinguida de Eugenia con el resto de sus compañeras; su reacción contrariada al momento del desfile, que es reprochada; y la pregunta de una de las chicas cuando vió que era acompañada solamente por su abuela “¿No tiene mamá?”. El retrato definitivo de una infancia argentina atravesada por la tragedia.
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