Nota de lectura: "El cuento de Navidad de Auggie Wren" de Paul Auster

“El cuento de navidad de Auggie Wren” comprende una escritura sencilla y directa, pero cargada de detalles que enriquecen la narrativa. Auster emplea mayormente un estilo conversacional que hace que la historia sea accesible y cautivadora, permitiendo que el lector se sumerja en la cotidianidad de los personajes. La estructura del cuento es lineal, pero se destaca por su cambio de narrador, lo que le añade variedad.

El narrador inicial es un personaje anónimo que parece ser una versión ficticia de Paul Auster, un escritor que frecuenta el estanco de Auggie. El cambio de narrador ocurre cuando Auggie toma la palabra para contar su propia historia luego de que el narrador principal manifieste su frustración por un cuento de navidad por encargo que tiene pendiente. Este cambio es sutil pero significativo, ya que permite que Auggie revele su perspectiva y su versión de los hechos.

El proyecto de las fotos de Auggie también es una pieza central del relato que revela mucho sobre su carácter y su visión del mundo. Auggie ha tomado una fotografía de la misma esquina de Brooklyn cada mañana durante doce años, y se considera a sí mismo como un artista. Al principio, el narrador encuentra este proyecto monótono y repetitivo, pero con el tiempo comienza a apreciar las sutiles diferencias y los detalles que cada fotografía captura. Personalmente interpreto que el proyecto es una metáfora del paso del tiempo y la constancia. A través de estas fotografías, Auggie documenta el tiempo natural y humano, destacando la belleza en lo aparentemente ordinario y la importancia de detenerse y observar.

La historia que Auggie cuenta sobre cómo obtuvo su cámara fotográfica está cargada de ironía. Comienza con el vendedor descubriendo a un joven ladrón en su tienda y encontrando la cartera que dejó caer en su huida. En lugar de llamar a la policía, Auggie decide devolver la cartera personalmente, compadeciéndose de él. Esto lo lleva a encontrarse con la abuela ciega del ladrón, quien lo confunde con su nieto. Auggie decide seguirle la corriente y pasa la Navidad con ella, proporcionándole una última alegría en su vida.

Esta historia dentro de la historia interpela desde el simbolismo. Auggie, al asumir el papel del nieto, realiza un acto de bondad que contrasta con su posterior robo de una cámara de la casa de la anciana. La historia de Auggie, aunque posiblemente ficticia, piensa el narrador, cumple con la esencia de un cuento de Navidad típico.

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