Respuesta de María Antonieta a Rita Hayworth

Carta enviada por mi compañero:

Querida Antonieta

                                Hola Antonieta, te escribe tu vieja amiga, Rita, no sé si te acordas de mí ya que hace años no te comunicas conmigo. Quería escribirte para saber cómo estabas porque me entere que te casaste, pobre de ti de tan joven, casarse no se lo desearía nadie. Aunque me han dicho que a ti te obligaron así que quería proponerte que nos juntemos para idear una especie de plan. 

                                Imagino que si seguís leyendo es porque te va a interesar lo que tengo en mente y ya deberías estar dándote una idea sobre lo que vamos a hacer. Mi idea era organizar con mi marido (que es el quinto ya con el que me caso, no aprendo más) y el tuyo una cena en la que podamos deshacernos de ellos de una manera sutil. Yo creo y pienso que no debes estar muy con tu marido ya que lo hiciste con otros fines, para obtener más poder y yo bueno estoy más cerca de la separación que de plantear un viaje ideal con él. Así que mi simple y pequeña solución a nuestros problemas es envenenarlos y así poder acabar con sus vidas, y cada una va a poder obtener grandes beneficios de ellos, a vos te nombraran la próxima reina de Francia y yo bueno acabare de una vez con esta fea relación que tengo con él. 

                                María espero que consideres esta especial invitación que te hago y que veas que lo que te propongo, aunque muchos lo verían como un crimen, yo lo veo como un acto de liberación.

                                                                                                                            Saludos, Rita Hayworth

                                                                                                                      

    Mi respuesta:

            Querida Rita,

Recibo tu propuesta con una mezcla de sorpresa y cautela. Es cierto que la idea que has planteado tiene un atractivo en ciertas circunstancias. El pensamiento de ascender al trono como la única soberana de Francia despierta en mí un anhelo profundo y ambicioso, pero también debemos ser conscientes de las implicaciones profundas y peligrosas que conlleva.

Envenenar a nuestros esposos es una empresa sumamente arriesgada que podría acarrearnos consecuencias imprevisibles y, en última instancia, desastrosas. Además del aspecto moralmente cuestionable, debemos considerar las repercusiones políticas que este tipo de acción podría tener. Es innegable que la situación en la que me encuentro no es la más favorable. Soy consciente de las controversias que mi persona genera entre el pueblo de Francia, y sé que mi posición está lejos de ser sólida. Sin embargo, nuestro estatus y reputación están estrechamente ligados a las decisiones que tomamos, y un acto tan drástico podría desencadenar una cadena de eventos que no podemos controlar.

Dicho esto, entiendo tu situación y la frustración que puedes estar experimentando en tu matrimonio. Estoy aquí para apoyarte y buscar soluciones juntas, pero debemos ser prudentes y considerar todas las consecuencias posibles.

Recuerda el caso infame de Ana Bolena y su trágico final. Las acusaciones en su contra la llevaron a la ruina. No podemos arriesgarnos a repetir su fatal destino.

Como dice el refrán: "Quien siembra vientos, cosecha tempestades". Nuestras acciones podrían desencadenar una tormenta que nos arrastre a ambas hacia la perdición. Por eso te pido que reflexiones sobre la gravedad de lo que estás sugiriendo y que consideres otras opciones disponibles. La fuerza no reside en la violencia, sino en nuestra capacidad para enfrentar los desafíos con sabiduría y determinación.


Con afecto y preocupación,

Maria Antonieta


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